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lunes, 7 de septiembre de 2009

Ampliación con vistas al cielo


En este mundo actual (que es el que conozco) tenemos la absurda tendencia a no mirar más allá de lo que nos alcanza el brazo. Convirtiendo a nuestros sueños y aspiraciones -al llegar a adultos- en mundanos y a veces, tristes.
Una razón podría ser el temor a desilusionarnos una vez más,
otra, el miedo a lo desconocido tras la muerte de nuestro espíritu aventurero
y otra, el repetir lo que hacen los demás, secuela del espíritu gregario de nuestra especie.

Y es que el simple hecho de mirar el cielo, de ampliar nuestras miras, sorprendentemente se ha convertido en un auténtico desafío.
¿La buena noticia? Que el aceptarlo está al alcance de todos. Sólo hay que estar dispuesto a levantar los ojos y mirar.