Hacer jabón.
Pequeña ilusión de estos tiempos: vivir cual turista algunas de las duras tareas de nuestras abuelas.
Uno a uno, se miden, se pesan y se añaden los ingredientes. Mientras, una de nosotras remueve la mezcla, vuelta tras vuelta, charlando del tiempo, de los niños o de la última película estrenada en el cine de la esquina.
Abracadabra, pata de cabra, dice riendo, una cría al vernos. Se le antoja cómico y extraño el ver a tres mujeres sentadas alrededor de un viejo perol, al que dirigen sus palabras mientras el aire las despeina.