Como en las historias de suspense, con nudo angustioso y desenlace feliz de promedio, se muestra esta carretera al anochecer.
Curiosamente no se me antoja amenazadora pese a lo flaco de mi valor. Se me hace amena y enigmática y me sorprendo a mí misma, deseosa de que algo inesperado aparezca entre la maleza. Pero no sucede así. Qué lástima, quizás sea buena idea pasar de nuevo más tarde.
Es en ocasiones como ésta cuando aprendemos algo nuevo de nosotros mismos.
:) si es que siempre somos uno mismo quienes nos frenamos pero todo miedo solo reside en nuestra cabeza..Felicidades!! Ahora hay que seguir pasando..y porqué no, incluso llegar más lejos!! (magda)
ResponderEliminar